lunes, 22 de mayo de 2017

Civilizaciones Extintas: Exposición




Los alumnos de 2º ESO B, dirigidos por su profesor de Lengua, Manuel Rebollar, mostraron el pasado jueves 18 de mayo la exposición "Civilizaciones Extintas". Durante varios meses los cinco grupos de seis alumnos cada uno han venido trabajando en la invención de cinco civilizaciones ficticias pero perfectamente estructuradas. Han creado mundos verosímiles y para ellos han debido establecer todo aquello que las configura como civilizaciones, desde su origen (mitos y leyendas), hasta su ubicación (población, tipo de clima, extensión ...), pasando por su organigrama, historia, sus recursos naturales, manifestaciones artísticas, gastronomía, folclore, actividades deportivas, etc. 


 






Con esta propuesta interdisciplinar, hemos pretendido que los alumnos puedan aplicar inmediatamente las enseñanzas teóricas que aprenden a lo largo del curso escolar en todas y cada una de las materias recibidas; de este modo, aparte de encontrarle el lado práctico a la enseñanza, han podido desarrollar toda su creatividad y todas sus habilidades para poner en marcha unas civilizaciones  perfectamente estructuradas y exponerlas al resto de compañeros del instituto y a sus familias.
 























 






 
 

1 comentario:

  1. Y es que, Mariano, otra forma de enseñar es necesaria, pero también es indispensable otra forma de educar -en casa, en sociedad, en el parque. De nada sirven los cambios si estos no son complementados con una visión menos "numérica" de la existencia.
    Hace diez años fui, por fin, a Cuenca. Allí descubrí en la fundación Antonio Pérez la exposición de Enrique Cavestany, Enrius, "Burelandia: el mundo perdido de los oparvorulos". En ella, este artista recreaba un mundo de la nada, configurando todo lo que hace que una civilización sea tenida como tal y dando rienda suelta a su creatividad con todo tipo de detalles -dioses, mitos, leyendas, cerámica, música, pintores, escultores, flora, fauna...- que te abrumaban como espectador y que, dada la verosimilitud con la que era el tema tratado, te hacía entrar perfectamente en el juego. Aquello me dio una idea: ¿por qué no intentar lo mismo con mis alumnos de 2º de la ESO? ¿Por qué no incitarles a que buscasen en sus "googles cerebrales" y motivarles para que creasen su propia civilización perdida? Así que me los llevé a ver la exposición para acabar de convencerles y cinco meses más tarde dejaron anonadados a toda la comunidad educativa con sus "hallazgos".
    Diez años más tarde, decidí, a principios de este curso y gracias a la energía que me enviaban mis alumnos, volver a hacerlo. Y, aunque teníamos el hándicap de no poder visitar la exposición de Enrius para que se inspirasen, estaba convencido de que llevaríamos la historia hasta el final y que saldría increíblemente bien. Por eso, el pasado jueves, todos ellos representados por los maeras, los kahulas, los ekus, los kausfandik y los honora mostraron a sus compañeros, profesores, familiares y amigos, algunas de las posibles civilizaciones que habitan en el cerebro humano. Han sido cinco meses trabajando duro, dedicando una hora presencial a la semana para motivarles, enseñarles, guiarles, convencerles de que todo es posible, de que si dejamos de mirar hacia fuera en Internet y buscamos hacia dentro en nosotros mismos, el mundo -su mundo- no se extinguirá. Si alguna vez tengo dudas sobre si hay futuro, no tengo más que asomarme a los múltiples alumnos que sí quieren, que sí desean aprender y trabajar. Mola ser profesor, sin duda. Tranquiliza saber que, por encima de ninis, youtubers y otras especies, hay vida inteligente, muy inteligente. Ahora solo queda que lo extrapolemos a otros ámbitos de la vida.

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