El pasado 23 de abril, IV centenario de la muerte de Cervantes y Shakespeare, el director del IES Manuel de Falla, Mariano Santacecilia Oller, presentó la última novela del escritor, y antiguo alumno Eduardo Caballero.
En Los Bolsillos del Corazón el autor recuerda su etapa en el instituto. Como en “Cuando cala”, donde se recuerda cuando tenía que acudir bajo la lluvia y se le mojaban los libros. O como en “Un tren”, en el
que rememora el camino de casa al instituto en una interminable hilera de
estudiantes por el descampado que existía por detrás. Media hora afirma que tardaba, seguramente debido al barro que se formaba cuando llovía. En
este texto / instante se refleja de manera magistral el cambio que sufren los
muchachos en su etapa de instituto. ¡Personalidades tan distintas la persona
que entra con 14 años y la que sale con 18!
Este libro son esos instantes que
quedan grabados en el corazón, escondidos, olvidados; pero no en cualquier
parte del corazón, sino en los bolsillos
del corazón, donde permanecen de manera inconsciente. Hasta que el día más
insospechado aparecen y sentimos añoranza de aquellas vivencias, y nos damos
cuenta de cuánto hemos cambiado.
Cada relato es un bolsillo de nuestro corazón. Y la
escritura, la palabra, le obliga a Eduardo a sacar el contenido de cada
bolsillo, como dice en “La casa del árbol”
la escritura puede ser un
escondite para el escritor, un refugio donde solo encontrarse consigo mismo.
Y al encontrarse Eduardo consigo mismo, a nosotros con
su lectura, nos hace recordar nuestros propios instantes, y nos hace reflexionar
sobre nosotros mismos de una manera nostálgica.
Y todo ello con frases cortas y sencillas. Y es que su
propia sencillez las hace complejas. Frases sencillas que parece que le llevan
al lector a una lectura rápida, pero que es una lectura engañosa, puesto que
con frases sencillas Eduardo consigue textos muy complejos que deben leerse con
pausa, con sosiego, y que finalmente pueden llegar a desasosegar